jueves, 5 de junio de 2014

Aceite de coco, la última obsesión de belleza que sirve para todo

En Goop, la revista digital sobre vida sana y comida saludable editada por Gwyneth Paltrow, hay decenas de entradas sobre el aceite de coco, bien como ingrediente culinario o como aliado de belleza. La actriz asegura que sus dientes están tan blancos por hacer enjuagues con este elemento una vez al mes. Y también lo recomienda como desmaquillador, hidratante del cuerpo tras el baño y acondicionador del pelo…

Reconozcamos que a Gwyneth le pierde una organic-eco-food, pero lo cierto es que la actriz no es la única fan de los beneficios de esta fruta tropical, que se ha convertido en un imprescincible entre las celebrities. Jessica Alba asegura que se aplicó aceite de coco cada día durante su embarazo para prevenir las estrías. Y el ángel de Victoria’s Secret Miranda Kerr confiesa que diariamente toma cuatro cucharadas soperas como aliño de ensaladas, para cocinar o para dar sabor a las infusiones de té verde. La recién casada Kim Kardashian lo utiliza como mascarilla capilar. Y Jennifer Anniston, que debe de estar entre las celebrities que más regímenes alimenticios ha seguido a lo largo de su vida, siguió la dieta del coco, baja en carbohidratos y rica en esta fruta.

Demi Moore, Blake Lively, Madonna… La lista sigue y sigue. También lo usan atletas y lo recomiendan los nutricionistas. ¿Qué está pasando? ¿Es solo una moda entre las celebrities o el aceite de coco es una auténtica fórmula de belleza y uno de esos llamados ‘súper alimentos’, y el resto de los mortales no nos habíamos enterado? Hay quien le atribuye más de 300 usos para la salud y el bienestar, la belleza y la cocina, algunos de ellos tan dispares como calmante de las encías de los bebés cuando les están saliendo los dientes o limpiador de las brochas de maquillaje.

El aceite de coco puro (no confundir con la leche de coco), extra virgen, se obtiene directamente tras la primera presión en frío de la fruta. Es una fuente vegetal de grasas saturadas, que contiene ácido láurico y triglicéridos de cadena media, que entre otras cosas aceleran el metabolismo y promueven la pérdida de peso, gracias al efecto saciante y ligeramente laxante (de ahí va a venir lo de la dieta de Aniston). Pero cuidado, que tampoco es cuestión de ponerse morado porque tiene 9 calorías por gramo.

Respecto a su uso dermatológico, la doctora Paz Cerdá, miembro de la Asociación Española de Dermatología y Veneorología y directora de la clínica que lleva su nombre, recuerda que cualquier aceite, sea de coco, de almendras, de aloe vera, de sésamo, de hueso de albaricoque, de argán o de la larga lista que se puede encontrar en el mercado, tiene efectos hidratantes. “El aceite de coco a nivel de cosmética se utiliza hace muchos años porque es barato, así que no es nada nuevo. Muchos cosméticos habituales lo llevan”, apunta. Es un buen aceite si se necesita un extra de hidratación (abstenerse las pieles grasas) y está indicado para los cabellos secos y con las puntas estropeadas. “Pero nadie puede responder si es mejor que otros aceites… Hay que preguntarse también cuánto hay de marketing y de los intereses de cada país en promocionarlo. Ahora estamos con el aceite de coco como lo estuvimos con el champú de caballo o, antes, con el aceite de argán o el de rosa mosqueta. Es la moda”.

Todo empezó cuando, hace unos años, se empezó a investigar su uso en Polinesia, donde utilizan el aceite de coco para todo. El estudio concluyó que tenía efectos beneficiosos para la salud, no solo a nivel cardíaco sino también como preventivo del Alzheimer. “Pero yo discrepo, porque no tiene en cuenta otras variables tales como el clima, el sueño, el ejercicio físico o la dieta polinesia, que incluye ciertos tipos de pescado”, dice la doctora Cerdá. “Lo que sí es cierto es que tiene muchos beneficios para la salud, por su altísima concentración en ácido láurico, que refuerza el organismo frente a enfermedades autoinmunes, es antivírico y antimicrobiano”.

Pero de blanquear la dentadura, nada (lo sentimos, Gwyneth). El doctor Iván Malagón, odontólogo español de renombre internacional, recuerda que estos remedios caseros casi nunca son efectivos. “Se dice que el aceite de coco blanquea los dientes, pero no es del todo cierto. Lo que sucede es que, quien afirma esto, recomienda que se mezcle con bicarbonato "para darle consistencia de pasta dental", sabiendo que la realidad es que es dicho compuesto el que puede llegar a blanquear la superficie dental, pero dañando el esmalte. Desde mi punto de vista no es recomendable”. Aunque sí tiene otro uso. “Está demostrado es que el aceite de coco natural y, especialmente, tratado con algunas enzimas, tiene efecto biocida (antibacteriano y antifúngico), es decir, que puede llegar a evitar las caries dentales y las infecciones por hongos en la boca”, añade el doctor Malagón.

Fuente: smoda.elpais.com

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