Masajes para adultos mayores,¿cuándo sí y cuándo no?

Debido a la perdida de masa muscular. y la degeneración de las articulaciones, las personas mayores tienden a tener mala circulación sanguínea, lo que genera otra serie de patologías y a nivel de descanso y sueño suelen tener problemas.
 

Es ahí donde el masaje tiene muchos beneficios terapéuticos para corregir esos problemas.

"Con un masaje suave aumenta la circulación sanguínea y mejora la oxigenación de la piel ayudando a eliminar toxinas y mejorando su aspecto. Al movilizar las articulaciones se disminuye el dolor y la inflamación y en las personas diabéticas, el aumento del riego sanguíneo y la hidratación de la piel, sobre todo en las piernas ayuda a prevenir úlceras y escaras", indicó la cosmiatra Alba Brandt.

"También ayuda a la relajación, a nivel físico y mental, produciendo un aumento de la autoestima. Las personas mayores necesitan recibir masaje de forma periódica, ya que para ellos, ademas de un placer, es una buena forma de mantener y aumentar su salud", agregó la especialista.

"La terapia de masaje proporciona a los ancianos un sentimiento de cuidado y es especialmente útil para los adultos con problemas médicos o físicos. Cuanto más sientan su tacto, más tranquilos están, y tienen mejores condiciones para combatir las enfermedades que atraviesan a esa edad", añadió.

Por otro lado, Brandt explicó que se emplean las mismas técnicas básicas que en el masaje general, en sesiones breves, de 30 minutos aproximadamente. Los movimientos suaves, confortables y relajantes alivian la tensión muscular, corporal y mental; los pasivos, con estiramientos suaves de hombros, piernas y pies favorecen la movilidad y flexibilidad articular; ocasionalmente, se emplean movimientos más fuertes, como fricción y presión.

El masaje geriátrico no produce efectos adversos, pero no debe emplearse si hay fracturas, áreas inflamadas, hematomas, úlceras de decúbito abiertas o sin sanar, venas varicosas, cirugías recientes, dolor agudo importante, trastornos cardíacos, algunos tipos de cáncer, antecedentes de formación de coágulos sanguíneos o tratamientos farmacológicos con anticoagulantes, ya que aumenta el riesgo de sangrados bajo la piel. Si es vigoroso, puede asociarse a sangrados de órganos vitales, como el hígado, y a la formación de coágulos sanguíneos. Al impartirlo debe tenerse mucho cuidado y, de preferencia, deberá ser indicado por un médico que conozca al paciente.

Fuente: http://www.misionescuatro.com