Cada vez que pensamos en masajes, pensamos en bienestar. Descargar la
tensión muscular en esos días en que estamos agotados con unos masajes,
es como alcanzar el paraíso; espalda, cuello, piernas, pies,
agradecidos.
Pero un buen masaje es mucho más, brinda una
sensación reconfortante e integral que beneficia a todos los aspectos de
la persona. Más aún si están hechos por alguien experto y combinados
con un ambiente armónico, con aromaterapia y música o sonidos
relajantes.
El masaje, tal vez sea una de los instrumentos
terapéuticos más antiguos que el ser humano haya utilizado como recurso
natural para aliviar dolores.
Se han encontrado evidencias
arqueológicas de la existencia del masaje en muchas civilizaciones
antiguas como China, India, Japón, Corea, Egipto, Roma, Grecia y
Mesopotamia. Más allá de esto que puede resultar anecdótico, lejos de
resultar un reflejo del pasado en distintas culturas, la vigencia y la
evolución de esta terapia, parece no tener techo.
Las técnicas de
masajes han evolucionado a través del tiempo. En el presente, la
relajación de ánimo y muscular son los beneficios más conocidos de los
masajes, sin embargo ofrecen otras ventajas, desde contribuir a mantener
la belleza hasta mejorar el sistema inmunológico. Por eso existen
distintos tipos de masajes. Atender cada uno de ellos con sus
características, pero también con sus diferencias, será la mejor forma
de comprender cuál es la correcta, según cada caso. Aquí los más
importantes:
Masajes relajantes:
El más famoso y más
placentero, quizá sea el masaje relajante. A causa de malas posturas y
del estrés, solemos tener los conocidos 'nudos' en la espalda o
contracturas. Ocasionan dolor e incomodidades de movimiento, incluso
mareos. Para aliviar estos dolores musculares los masajes relajantes
pueden ser una solución.
Masajes desintoxicantes:
Estos masajes son suaves y se realizan por todo el cuerpo. Este tipo de masajes mejora la circulación de la sangre y el flujo del sistema linfático, ayudando a eliminar impurezas. Desintoxican el cuerpo, alivian dolores y tensiones emocionales, y aportan relajación. Como beneficio adicional, pueden contribuir a una mirada personal de reflexión.
Estos masajes son suaves y se realizan por todo el cuerpo. Este tipo de masajes mejora la circulación de la sangre y el flujo del sistema linfático, ayudando a eliminar impurezas. Desintoxican el cuerpo, alivian dolores y tensiones emocionales, y aportan relajación. Como beneficio adicional, pueden contribuir a una mirada personal de reflexión.
Masajes reductores:
Los masajes reductores, combinados con una dieta equilibrada y con ejercicio físico, pueden colaborar a disminuir depósitos localizados de grasa.
Los masajes reductores, combinados con una dieta equilibrada y con ejercicio físico, pueden colaborar a disminuir depósitos localizados de grasa.
Un principio
importante a tener en cuenta a la hora de recibir cualquier tipo de
masaje, es que el mismo no debe causar ningún dolor. Pero teniendo en
cuenta que las zonas corporales en las que se trabaja suelen estar
sensibles a la estimulación, lo más probable es que alguna molestia le
causen.
Por ello, quien realice los masajes debe prestar atención
y aplicar la presión de manera progresiva, y gradualmente ir
concentrándose en aquellas áreas más tensas. No se trata de creer que el
dolor es señal de cura, si no de distensión. Sólo eso.
Fuente: http://www.diariopopular.com.ar
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