Cuando se piensa en
aceites, el imaginario de inmediato nos remite a los spa para disfrutar
de un masaje, ya sea para combatir la rutina y el estrés diario, o para
bajar uno que otro kilo de más. Pero estos tienen más propiedades de las
que se imagian; no solo tienen virtudes relajantes, sino hidratantes,
tonificantes y medicinales.
El uso de los aceites es una técnica milenaria
implementada desde los romanos y extendida hasta la actualidad:
mediante procesos químicos se extrae el alma de la planta. Así es como
los científicos lo denominan, pero sus propiedades y compuestos se
conservan de tal manera que a través de la piel o del olfato se sienten
sus beneficios. “Su uso es múltiple; puede ser utilizado en productos
del hogar, para combatir enfermedades, relajar o energizar. Los aceites
trabajan de dos formas; una es olfativa, cuya principal función es
descongestionar las vías respiratorias, y mediante masaje. Con este, las
partículas de aceite logran penetrar fácilmente todo el sistema
circulatorio a través de la piel”, comenta Julia María Olaya Flores,
ingeniera química y propietaria de Esenciales de Colombia.
Úselos con precaución
No porque un aceite sea natural significa que
sea inofensivo; se debe tener en cuenta que los aceites esenciales no
deben ser aplicados puros sobre la piel, sino que se deben mezclar con
aceites vegetales que funcionan como diluyentes, y nunca los aceites
usados para aromatizar el hogar deben ser utilizados para hacer masajes.
Así mismo, cada aceite actúa diferente para
cada individuo. “Desde la medicina ayurvédica, cada ser humano tiene
tipologías diferentes relacionadas con los cinco elementos, su estado
físico y anímico; igualmente, los aceites tienen cualidades diferentes:
unos son livianos, otros pesados, unos calientes o fríos. Por ello, no
todos los aceites sirven para todas las personas; es necesario saber de
qué tipología se es. Así se utiliza el aceite que va a equilibrar su
mente, cuerpo y emociones”, afirma Lina Campo Raffo, psicológica
transpersonal de Shivana Spa.
Formas de aplicación
Todos los masajes en cierta medida son
hidratantes, así que su uso puede ser diario. Los de vainilla, naranja y
maracuyá son una buena opción. “La forma que mayor beneficio
proporciona al aplicar el aceite es sobre la piel húmeda después del
baño, ya que los poros están abiertos y esto permite que el aceite
penetre en la piel y proporcione mayor hidratación al generar una capa
protectora que evita que la humedad se pierda. Se debe enjuagar
levemente”, dice Hilda Herrera, dermatóloga de Natura Cosmético.
Autor: Gisella N. Álvarez Sandoval
Redactora EL TIEMPO
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