A principios de los ‘80 se creía que la grasa era una herramienta de primera línea para el abordaje estético. En esos momentos, no se contaba con las herramientas científicas que la observación y experiencia podían aportar, por lo que malamente se pensaba que el uso de la grasa, así como sustancias de relleno para tratamientos faciales y corporales no provocaban riesgos de eventos adversos y eran tremendamente económicos, porque se obtenía del propio organismo.
Sin embargo, los tiempos han cambiado y los estudios realizados han dado cuenta que la utilización de rellenos de grasa pueden provocar graves daños a la salud de quienes los utilice.
Resulta que la grasa es una célula inestable, que tiene comportamientos asociados a la cantidad de irrigación sanguínea, agua, flujo hormonal y género. Es decir, en cada lugar del cuerpo la grasa se comporta diferente. La grasa tiene un componente dinámico a través del tiempo, por medio del cual se va moviendo capa sobre capa, acorde a cada zona del cuerpo. De esta forma, cuando la grasa cambia de posición, genera respuestas diferentes y problemas que pasamos a mencionar:
Reabsorción: los rellenos grasos se reabsorben de un 30% a un 70% , de forma heterogénea. Al hacerlo dan la apariencia de masas irregulares, ya sea en glúteos o en rostro a medida del paso del tiempo, perdiendo todas las líneas de armonía y dejando lesiones irrecuperables, en donde la grasa se encapsula con el tejido que está alrededor y se calcifica, brindando una superficie irregular, pétrea y desagradable a la vista y tacto. Estos eventos pueden presentarse a las pocas semanas de realizarse el relleno o meses después, ya que la inestabilidad de la grasa es impredecible.
Deterioran el drenaje linfático: al realizar la transposición de grasa la respuesta inflamatoria compromete los vasos sanguíneos, que luego se recuperan. Sin embargo, el drenaje linfático nunca tiene una recuperación óptima, dejando como consecuencia retención de líquidos localizados y deformidad.
Aumenta el riesgo de cáncer: al realizar el relleno de grasa se genera una respuesta inflamatoria localizada sin precedentes con una cicatrización errática y calcificación que aumenta la respuesta celular de los tejidos aledaños y favorece la aparición de cáncer o puede mimetizar el diagnostico por la consolidación de masas calcificas.
Los rellenos con grasa en rostro y glúteos pueden causar deformidad con el paso del tiempo.
Foto: iStock
Trombo embolismo: el gran tamaño de las células de grasa, hace que su ingreso al sistema circulatorio pueda comprometer desde un evento vital, pasado por daño cerebral, ceguera o un evento localizado como un evento trombótico en piernas. Este último evento se encuentra en varios artículos científicos, como en un estudio reciente en la Universidad de Seúl, Corea. Los resultados fueron publicados en la revista médica American Journal of Ophthalmology. Los investigadores reportaron que 12 mujeres perdieron la visión de forma repentina después de someterse a un procedimiento de relleno dérmico con grasa antóloga (de otra región del cuerpo de la propia paciente), ácido hialurónico o colágeno. La noticia es una alerta para el creciente número de adultas que se realizan este tipo de tratamiento en los tejidos de la cara con fines cosméticos.
Del total de las usuarias que desarrollaron complicaciones visuales, siete sufrieron una oclusión de la arteria de la retina con isquemia que derivó en ceguera permanente. Seis de ellas recibieron inyecciones de grasa autóloga en la región interciliar o en el surco nasolabial, y a una se le aplicaron inyecciones de ácido hialurónico en ambas zonas de la cara. Dos pacientes sufrieron embolias grasas con infarto cerebral después de haberse inyectado grasa en el surco interciliar.
En cuanto a los materiales de relleno utilizados, la grasa autóloga presentó más complicaciones, probablemente por el mayor tamaño de las partículas.
Así es que a la hora de considerar un tratamiento estético, es básico conocer los eventos adversos que pueden suceder y saber que las consecuencias de los rellenos de grasa son completamente irremediables… Entonces, asumir tanto riego, ¿valdría la pena?
Autor: Dra. María Angélica Orjuela
Máster en Medicina Estética y Ortomolecular
Médico Cirujano y Directora de Mediser
Máster en Medicina Estética y Ortomolecular
Médico Cirujano y Directora de Mediser
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