El chocolate es una composición de Lípidos (manteca de cacao); Glúcidos
(almidón, pectinas y sacarosa); Proteínas (principalmente aminoácidos
libres); Minerales (calcio, potasio, hierro y magnesio); Vitaminas
(principalmente A, que ayuda al desarrollo de los tejidos), es portador
también de alrededor de 300 elementos naturales, algunos comunes y otros
exóticos, que trabajan activamente para modificar el estado de ánimo y
si bien no es una droga, sus efectos adictivos en muchas personas, se
relacionan con una sustancia química que contiene el cacao llamada
“teobromina”, que es parecida a la cafeína y que provoca el antojo y la
necesidad de consumirlo.
Otro efecto del chocolate es el aumento de la sensación de bienestar
debido al incremento del nivel de serotonina, sustancia química
responsable de esa sensación que, en cantidades adecuadas, también puede
evitar la depresión e inhibir el insomnio.
También aumenta la actividad de la dopamina, sustancia neuroquímica que
se asocia directamente con la excitación y el placer sexual.
Posee gran contenido de antioxidantes, ya que las semillas del cacao
son ricas en xantina y teobromina (excelentes oxigenadores de los
tejidos) que combaten los signos de envejecimiento, y polifenoles como
las catequinas, las epicatequinas, los taninos y la familia de los
flavonoides, que reduce la inflamación de los vasos sanguíneos y mejora
la circulación.
La chocolaterapia en estética
Actualmente, los beneficios nutricionales de los polifenoles del
chocolate estan recibiendo mucha atención por parte de nutricionistas y
científicos.
En cuanto al uso tópico del chocolate,
un análisis reciente realizado con explantes de piel humana, demostró
que la aplicación de los polifenoles de la cocoa directamente sobre la
piel (en forma de mascarillas y envolturas) aumenta los
glicosaminoglicanos en la piel y mejora la producción de colágeno I, III
y IV.
De tal manera que el uso del cacao puro aplicado tópicamente en
forma de estas máscaras faciales o corporales, se traduce como un
tratamiento hidratante y renovador perfecto para todo tipo de piel.
El cacao puro tiene un efecto humectante para pieles secas y
tonificantes para pieles estresadas y sin vida. Ayuda a compensar la
descamación de la capa córnea, y los fenoles del chocolate contribuyen a
desintoxicar la piel.
Regenerador y revitalizante
La máscara de chocolate se recomienda para el rostro y el cuello. El
objetivo es afinar la capa córnea ayudando a eliminar las células
muertas. Estos principios activos aclaran la piel, dando una textura
lisa y suave. Así, repone la energía térmica después de la exposición al
sol y remineraliza el metabolismo enzimático por los oligoelementos que
contiene.
Antioxidante
La exposición crónica a los rayos UV es la causa principal de
envejecimiento cutáneo prematuro y de cáncer de piel. Esta exposición
genera radicales libres que afectan el sistema antioxidante de la piel.
Se ha demostrado la utilidad de distintos antioxidantes tópicos,
incluyendo las vitaminas E y C para proteger la piel de los efectos
dañinos de los rayos UV.
El efecto protector del chocolate se debe la actividad antiinflamatoria y
antioxidante de los flavonoides. Estos pueden modificar la producción
de citoquinas proinflamatorias, óxido nítrico, la activación de las
plaquetas, y otro número de vías de la inflamación que inducen el
eritema por radiación Ultra Violeta. También los flavonoides han
demostrado poderes anti envejecimiento en modelos animales, y han
mejorado la capacidad cognitiva de los sujetos en que se realizo el
estudio.
Estos flavonoides son capaces de ser absorbidos por la piel cuando se
aplica adecuadamente de forma tópica, reparando microlesiones provocadas
por la radiación solar, polución ambiental o consumo de tabaco.
Al respecto cabe señalar que el chocolate oscuro tiene una mayor
cantidad de antioxidante que el mezclado con leche, pero ambos poseen
más que el té negro.
El tratamiento
Para llevar a cabo estos tratamientos, no se utiliza el chocolate
habitual que podemos tener en nuestra despensa, ya que se utiliza
chocolate puro 100%, que es el que menos grasa contiene.
Los granos de cacao se funden a temperatura suave, lentamente para
evitar la ebullición y posteriormente se le añade una ligera cantidad
de aceite para facilitar su manejo en la aplicación.
Se aprovecha este paso para utilizar aceites esenciales especialmente
escogidos para cada paciente en función de su necesidad (despigmentar,
nutrir, etc.).
Una vez aplicado se realiza una oclusión para forzar la penetración de
las sustancias activas y transcurrido de 20 a 30 minutos puede ser
retirado.
La sensación inmediata es de mayor tonicidad y suavidad, sin embargo
este no es su principal efecto, sino los mencionados anteriormente y que
ocurren a nivel celular como regenerador y antioxidante.
Fuente: http://clinicacisem.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario