lunes, 4 de agosto de 2014

Masaje facial Kobido

Dicen del masaje facial kobido que es el lifting japonés sin cirugía. Dicen de él también que es el masaje milenario con el que las emperatrices japonesas (como Suiko , que ayudó a implantar el budismo en el país, o Shotoku, durante cuyo reinado se elaboró el Buda de Nara ) embellecían sus rostros de porcelana. En concreto, se explica que el kobido es una forma de masaje facial que procede del Anma chino (masaje tradicional japonés que significa “empujar y frotar”) que se ha practicado durante algunos miles de años y cuyo objetivo es el equilibrio del flujo de energía (Qi). Es una técnica de masaje muy ligada a la medicina tradicional china, que primero se desarrolla según los historiadores durante el reinado de Huan Di (2697-2597 a.C) y después, hacia el años 1300 d.C cuando los conocimientos de la medicina china llegan hasta Japón, se instituye como masaje exclusivo de casta imperial del país (lo llamaban el “antiguo camino de la belleza”).Pero, al parecer, sus efectos eran tan relajantes que incluso los samuráis se daban masajes en la cara para calmar la mente después de arduas batallas y potenciar su fuerza interior.


Sobre este protocolo se asegura que rejuvenece, retensa los tejidos, activa la circulación, ilumina la piel, tonifica, rellena la dermis además de ayudar a distribuir en ella los nutrientes y eliminar sus toxinas e impurezas. En suma, es un masaje no solo concebido como un masaje estético, sino también muy ligado al concepto de salud y bienestar.

Si se opta por hacerse un masaje kobido, es importante escoger un centro en el que el personal esté específicamente formado en estas técnicas masajisticas ya que, de lo contrario, es difícil apreciar resultados.

Masaje Kobido

Mediante técnicas suaves de golpeteo, amasamientos, movimientos circulares que se aplican por todo el rostro, se alcanza un profundo estado de relajación facial a la vez que se mejora la circulación sanguínea. La mejora de la irrigación aporta mayor oxigenación y más nutrientes a la piel del rostro y estimula su sistema linfático obteniendo una profunda relajación de los músculos que atenúa las líneas de expresión. Y es que el masaje no busca una mejora del simple aspecto externo, el Kobido entiende la belleza como el equilibrio entre los estados físico, mental y espiritual. Para ello una sesión completa requiere de dos fases que se van combinando: masaje y energía. La primera consta de técnicas delicadas y precisas que incluyen suaves golpeteos, amasamientos, movimientos envolventes que son aplicadas por todo el rostro, el cuello y el cráneo. La segunda consta de suaves presiones en puntos precisos con el fin de estimular el flujo de energía y que ésta sea equilibrada. Normalmente se trabaja primero un lado del rostro y después el otro. Además de reducir el impacto del proceso de envejecimiento, el masaje libera la energía y la tensión bloqueada en los músculos faciales, hombros, cuello y parte superior del pecho. Al final de esta sesión el paciente se siente más sereno, en paz y con un rostro mucho más radiante. (Duración: 50 minutos. Precio: 105 euros con acceso directo a la piscina y la terraza La Dolce Vitae).

Diez beneficios del masaje facial japonés kobido

1. Combate el estrés y relaja las contracturas del tejido muscular, permitiendo una buena irrigación sanguínea por toda la superficie del rostro. Esto aporta oxígeno y nutrientes hasta las células.

2. Atenúa y corrige las arrugas y la flaccidez facial

3. Elimina células muertas y aumenta la luminosidad de la piel

4. Activa la circulación

5. Regenera tejidos gracias al aporte de nutrientes más eficientemente

6. Detoxifica al aumentar la temperatura de la piel y activar el sistema linfático, lo que le permite transportar y eliminar más eficientemente las bacterias y las toxinas de las células de la piel.

7. Nutre ya actúa como hidratante natural y estimula la capacidad de la piel para retener el agua.

8. Alivia las migrañas o los dolores de cabeza comunes

9. Disminuye algunos problemas en el sistema digestivo como el estreñimiento

10. Favorece la vista por el estímulo en las zonas cercanas a los ojos.

Fuente: blogs.lavanguardia.com

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